Descripción
Su principal función es la de generar energía para nuestro organismo.
Es un elemento clave para la correcta oxidación de los ácidos grasos en la mitocondria,
y así liberar energía en forma de ATP (adenosín trifosfato). Es clave porque es el
vehículo o transporte entre las grasas y los centros celulares de reconversión
energética.
Hay que dejar bien claro, que la L-carnitina no es un quemador de grasas, sino un
transportador que facilita que esas grasas sean utilizadas correctamente como fuente
energética. Sin la L-carnitina los depósitos grasos no pueden oxidarse y, como
consecuencia de ello, quedan almacenados en el torrente sanguíneo y en las células de
nuestro organismo.
La síntesis y producción en nuestro cuerpo ocurre en las cantidades adecuadas siempre
y cuando llevemos una nutrición balanceada y correcta.